Intervención

Nuestro trabajo se centra en promover cambios en el funcionamiento psicológico de las personas o de los grupos que solicitan nuestros servicios. Estos cambios se dirigen a mejorar la salud mental y física, la integridad de la identidad psicológica y el bienestar de las personas, parejas y familias.

En la  primera entrevista se realiza una valoración de las necesidades del consultante y se establecen las citas para una evaluación psicológica previa a la intervención. La evaluación psicológica consiste en la exploración profunda de los síntomas, conflictos y recursos del solicitante para afrontar el problema que presenta. Se utilizan pruebas estandarizadas, entrevistas semiestructuradas e investigación de la historia del consultante o de la pareja. Si se trata de una unidad familiar, se realiza una sesión exploratoria con todos los miembros. Con los niños utilizamos técnicas de observación y juego; con los adultos, nos servimos de la palabra.

Tras la evaluación psicológica se decide el tipo de intervención más adecuada según los resultados hallados. Se plantean los objetivos terapéuticos y se  programa el tratamiento, asignando el terapeuta más adecuado para el caso. La edad y el sexo del consultante, así como  las características del problema, pueden requerir una intervención profesional específica realizada por un psicoterapeuta especialmente formado para ello.

En situaciones críticas en las que corre peligro la vida de la persona, o cuando el vínculo familiar o conyugal se encuentra amenazado, la intervención se focaliza en reducir el riesgo y restablecer el equilibrio mínimo para afrontar una posterior exploración e intervención.